Esto rojo, es repetición de otra crónica.
Esta crónica describe lo que para mí es lo más complicado a la hora de hacer una ruta como esta: entre líneas describe como he solucionado los problemas relativos a las pernoctas, desplazamientos y la alimentación, así como las relaciones y experiencias que he mantenido independientes del Gr. La descripción del itinerario y trak, los debéis buscar en otro lado.
Fecha: 28 al 30 de septiembre de 2015.
Participantes: Yo.
Ruta: Gr-11. Candanchú - Sayent de Gállego.
Longitud / duración: Una etapa 3 días.
Acceso:
- Conforme vine a Valencia he vuelto, pero en menos tiempo. A las 07:00 saliendo de la estación de autobuses de Valencia y los autobuses se enlazaban muy bien, con una paradita en Jaca a las 13:30 que he aprovechado para comer. A las 15:30 en Candanchú
- Vuelta: Bus (07:45h) Sayent - Sabiñanigo. Y de empalme Sabiñanigo Zaragoza. Y de empalme tren Zaragoza Valencia. El viaje en tren vale 15€ mas y dura mas tiempo.
Material: Para esta ocasión he cambiado las semi botas blandas por la bota de montaña (unas Bestard nuevas) y menos mal ya que me hubiera sido imposible el realizar el recorrido que he hecho con otro calzado, tres capas de ropa (invierno), tienda de campaña de 1 plaza, dos esterillas, hornillo de pastillas militares, comida para 3 días, polainas,…
Reseñas utilizadas: Guía de Prames (Gr-11), y trak de Gps, distinto al recorrido oficial.
Descripción:
No se si pensat y fet sería la expresión correcta, pero al final el domingo 27 descarté la otra opción y en un momento tenía la mochila totalmente montada a falta de leche condensada. Agüita lo que coge en la de 60l con las esterillas y la tienda de campaña fuera.
Lunes 28 de septiembre de 2015.
A las 06:00 levantado y a y 20 en el metro. Uno no siempre presta la atención debida a los pequeños detalles y aunque tenía claro como llegar a Candanchú y como realizar el trasbordo del metro, me pasé de parada de metro y me metí una calle antes y tuve que rodear un hospital y a las 06:59, estaba en las afueras de la estación y corriendo corriendo pude dar el alto al autobús que ya había salido de la dársena, yo creo que me recogió al ver la sudada que llevaba por correr con la mochila. Fue como que me hacía un favor.
Y de ahí a Zaragoza y de empalme a Jaca. Y en Jaca una horita de trasbordo sobre las 13:30 que aprovechamos un catalán y yo para comernos unos bocatas en una terracita frente a la estación.
Y a las 14:45 al autobús y sobre las 15:30 estaba en Candanchú frente al refugio que dormí la última vez (20€ + 16). Y joder y la ostia que estaba cerrado, estaba todo cerrado, y el otro refugio estaba cerrado y un albergue y todos los hoteles, de hecho no había nadie. Así que pa que marear, me cambie de ropa y comencé la ruta con la esperanza de encontrar un buen cobijo.
La ruta al inicio discurre paralela a la carretera, al poco de desviarme al gran valle de la izquierda encontré un área de descanso con buena pinta, a falta de tener una fuente (y es que yo apenas bebo agua de los ríos). El lugar tenía una zona de paelleros y mesas todas cubiertas por tres paredes y un techado. Adjunto había un habitáculo de unos 4 x 4 me cerrado y muy limpio, ideal para pernoctar. No obstante era pronto y yo tenía toda la energía dentro por lo que comencé la ruta con la idea de que alguno de los dos refugios que me marcaba el plano (de Prames) estuviera en buen estado.
En fin, el primero estaba totalmente derruido y el segundo en el que al final me quedé, daba pena (eran sobre las 18:30). Eso si, el lugar era muy bonito, se trata un pequeño llano donde pastaban
multitud de vacas. El refugio estaba partido en dos, una de las partes era para el ganado y la otra para las personas, mas que un refugio era un vivac con el suelo de tierra de donde brotaba
humedad, la ventana rota y una de las vigas del techo rota. Miedo me daba dormir en su interior pero con tanta vaca no me atreví a montar la tienda en el exterior (por si me pisaban o algo), con
la luna llena como testigo, al final monté la tienda en el interior del refugio y pasé una esplendida velada.
29-09-2015 Martes.
Sobre las 08:45 comenzaba a andar con un vaso de leche en el cuerpo y todo recogido tras airear el saco y la tienda. El día se presentaba de puta madre, buen tiempo y una ruta a la que el día anterior le había quitado casi tres horas. Un pequeño problema el que apenas me quedaba un vaso de agua y es que con tanta vaca el agua se contamina y aunque la gente bebe de esta agua a mi no me hace gracia.
Una cuesta soportable con mi gran mochila con mas de 22kg que discurría por un valle en V fueron mis compañeros durante varias horas, hasta que llegue al circo que daba inicio al valle. Realmente las vistas eran acojonantes, se trataba de la canal roya, tanto que me dio miedo seguir la ruta que marcaban las señales, como iba a subir la pared que tenía al frente, en fin estaría a unos 500m y decidí bordear la montaña (El Anayet) por la derecha en vez de por la izquierda que era lo dado.
Visualmente desde donde yo estaba, se veía claro, subías una rampa y luego girabas a la izquierda para llegar al mismo punto. Todo esto en teoría, realmente al subir la rampa me di cuenta que la cosa continuaba por una pedrera y una gravera para terminar en una canal con peor pinta que la que había decidido no subir.
Muy complicada de subir las pedrera hasta la canal. Esto lo hice campo a través y mucho antes de llegar a la canal me di cuenta del error que estaba cometiendo al continuar por esta ruta, no obstante yo para delante. Subiendo la pedrera se veían dos canales y yo elegí la mas cerrada, la de la izquierda. Flipa cuando llegué y vi el panorama, pocas veces he estado tan acojonado y encima solo y fuera de la ruta. El pensamiento era bífido, por un lado la mente me decía “da la vuelta”, pero por otro daba ordenes a los músculos “primero un paso, luego una mano y luego otro”. Una ventaja fue el calzado elegido para esta ocasión: unas botas Bestard de montaña, insisto en con la bota porque hasta aquí he llegado con una zapatilla semi-bota adidas muy cómodas que en este tramo no hubieran dado la talla.
La cuestión era la cantidad de piedra suelta que había en la canal, vamos todas estaban sueltas, con trepadas que superaban el 4º sobre un suelo inestable, primero un paso y luego el otro, empleando técnicas de escalada para el ascenso de diedros y chimeneas, es un lugar al que me gustaría no volver, no pude contar las veces que moví alguna piedra y no se a donde fueron a parar, pero hubiese sido imposible el subir con un compañero por los desprendimientos. Son las cosas por las que dejaría de ir a la montaña, yo solo quería tumbarme en un llano y tomar el sol, y fumarme un piti y dibujar o que se yo.
Lo que es la canal tendrá unos 80m de desnivel que discurre entre dos paredes que a menudo yo alcanzaba con manos y pies, pero la base está compuesta por piedras y tierra que había arrastrado el agua todo muy inestable por la verticalidad y todo ello con el mochilón a la espalda. Otro problema fue el llevar el móvil y el GPS sin baterías, además de no hacer fotos no hubiese podido avisar en caso de accidente y es que la suma de muchos factores es lo que realmente llega a hacer una actividad peligrosa aunque de sufrir un accidente aquí, no me hubiera sido necesario avisar…
Al llegar a la salida, me encontraba en el último collado antes del Anayet, unos 150m más alto que la canal oficial, la que daba paso a los ibones que todo el mundo sube a visitar. Este pico da nombre a una de las pistas de ski de Formigal.
Mientras tomaba un bocata en el único descanso de la jornada sobre los ibones, pude observar como una columna de unos 50 militares los cruzaba dirección Sayent por lo que enseguida decidí
seguirlos lo que resulta muy difícil con mi mochila. y pim pam reventado por el esfuerzo de la canal para aumentar la velocidad comencé a estirar los pasos alcanzando a los militares en el
parking de la estación de ski del Anayet donde se habían detenido para comer. Aunque muy cordiales, al preguntarles donde iban, me contestaron que a Candanchú por lo que aunque me ofrecieron un
bocata de chorizo decidí continuar la marcha y llegar a Sayent para reponerme, el día se estaba estropeando y por dos veces me moje por la lluvia y dos veces me sequé sobre la
marcha.
Nada mas llegar a Sayent, en el primer bar me tome un par de birras y un piti con el camarero, este me informó de donde había un albergue barato no obstante estaba cerrado, y pueblo pa arriba, pueblo pa abajo, decidí dormir en la parada del bus no obstante por la calle me entró una señora y me ofreció cama a un módico precio en una casa rural y por 16€ dormí en una cama limpia con calefacción.
Y que señora más amable, aunque aparentemente le faltaba un regón ya que todo lo decía gritando. Rosa: 974 48 81 94 Sayent de Gállego, un buen sitio para montañeros, pésimo para ir en pareja. La pesada se empeño en llamar al refugio de Respumoso que estaba a mitad de la etapa del día siguiente y en el que había pensado en quedarme ya que era una etapa de 10h con mucho desnivel y yo no estaba para esos trotes y ahora anochece sobre las 20:00.
En fin, el del refugio era conocido de ella y en contra de mi voluntad le llamó, informándonos este que estaba toda la tarde lloviendo (al igual que en Sayent) y que a partir del refugio caía en forma de nieve, así como que para el día siguiente daban mas lluvias y que en lo alto sería nieve, por lo que era imposible cruzar el paso de los infiernos, paso imprescindible en la etapa…
Y claro, es que aquí comienzan los abruptos pirineos, aquí se encuentra el primer 3.000 desde el Cabo de Higuer. Esto ya ha pasado de ser montaña a ser alta montaña, Sayent se encuentra a mas de 1.300m sobre el mar. Pirineos son Pirineos, unas montañas que no tienen dada que envidiar a ninguna de las montañas por las que he pasado.
Con toda esa información, la decisión estaba clara, si no se puede pasar había que abortar misión, otra opción hubiera sido ir a Panticosa en bus y saltar una etapa, pero estamos en lo mismo, nieve nueva en alta montaña… En fin, con una sola etapa hecha y toda la semana libre por delante tuve que dar marcha atrás y todo por culpa del exceso de información, de no haber sido así hubiera llegado al menos a Respumoso y luego igual hubiera hecho sol, o no…
Rosa me indicó que los autobuses salían a las 07:45 y me acompañó en contra de mi voluntad para que viera la parada del Bus (otro gallo hubiera cantado si hubiera estado buena, pero en parte me daba algo de miedo). Pero si era donde yo me iba a quedar a dormir, sabía perfectamente donde estaba. Y pim pan, con los paraguas y las botas nos fuimos de tour turístico por la población, una ruta circular mientras me mostraba el camino a la parada.
Catarra, gritaba todo el tiempo, esto es catarra, el pueblo está asentado sobre la catarra y por eso las casas viejas aguantan tanto, mira más catarra y a veces me señalaba piedras areniscas claras y otras una especie de Pizarra, esa roca de la que sacan las laminas para los tejados que es muy oscura. Creo que con la Catarra, se refería a la Pizarra.
30-09-2015 Miércoles.
A las 06:45 levantado y a las 07:30 en la parada del bus que a las 07:45 me llevó a Sabillanigo donde inmediatamente cogí otro hasta Zaragoza donde inmediatamente me subí a un tren que me dejó en Valencia a las 16:20. Entre 6 y 8 minutos para los trasbordos en los que tenía que comprar el siguiente billete.
20€ el bus y 35 el tren Valencia Zaragoza, mas rápido el bus y para mi mas cómodo, a pesar que el tren tenía una mesa para comer o escribir y podías pasear por el.
Claro, todo el día de bus en bus que en un momento dado me metí en el baño del tren, me senté sobre la tapa y me fumé un piti, joder que casualidad que una vieja se estaba meando y al salir me esperaba el revisor ya que el humo salía al pasillo…
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Abel (jueves, 01 octubre 2015 16:57)
Muy divertido Toni.
Toni (viernes, 02 octubre 2015 09:46)
Ea. Me alegro que te haya gustado.
PEPE arnal (viernes, 02 octubre 2015 13:16)
Que bueno, y es que los relatos son imprescindibles.
Como siempre acabas con algún pequeño lío por no seguir las normas básicas, así que a ver si llevas mas cuidao porque queremos seguir leyendo estos relatos de tus escapadas.
Japama (sábado, 03 octubre 2015 07:07)
Pues nada, lo que duren duren..