29 de marzo de 2015
CRESTA DEL BENICADELL
Muchas son las actividades que se pueden hacer en la Comunidad Valenciana, pero de las cosas significativas de montaña sin desmerecer al Peña golosa, espolones del Puig Campana y otra multitud de lugares, esta es esa cresta que todo escalador que se precie ha hecho.
Todo comenzó a las 08:00 en la gasolinera BP de Catarroja, yo que llegue el primero pude ver como al fondo por detrás de la valla de la autovía comenzaron a salir los primeros rayos del sol (hoy se ha hecho el cambio de hora), estos anunciaban un esplendido día y así fue, o no, yo acabé con los brazos y cuello quemados por el sol no obstante la brisa y una bruma que apareció a mitad del recorrido, compensaron la temperatura. Fantástico día de montaña a lo que se unió una fantástica compañía.
Invitado por uno de los miembros del grupo de montaña “El Tracalet”, 6 a los cuales no voy a nombrar por no recordar el nombre de todos ellos, fuimos los que realizamos en grupo esta aventura. Aunque fuimos bien, no creo que sea recomendable ir mas de dos o tres personas para una cosa así.
Para el grupo, además del material personal (casco, arnés, mosquetones,…), llevábamos 4 cuerdas de unos 8,5 x 60m(de las dobles?), 8 o 12 express, empotradores, cintas de distintos diametros y algún friend.
Para acceder, mejor que leas esta reseña: http://japama.jimdo.com/radikal/23-02-10-cresta-de-benicadell/ . en esta ocasión la cresta la iniciamos mucho antes, para ello una vez en el collado cogimos la evidente senda que sale a la derecha que desciende hasta el inicio de la cresta para después de bordearla ascender por la vertiente opuesta. Las distintas entradas a la cresta se evidencian por los distintos desvíos que acaban en canales o paredes de escasa dificultad. Nosotros hicimos unos dos tercios de la cresta. Desde el otro acceso (el del pino) se realizará sobre un tercio, aunque desde el pino se realizan todas las cosas mas interesantes del recorrido (paso de la serreta, escalada final, patio,…).
Siendo esta mi segunda vez que la hacía, conforme nos acercábamos a la pared comencé a experimentar esa querida por unos y muy desagradable para mi “ansiedad”, el corazón latía desacorde al esfuerzo, la respiración no aportaba el oxigeno que el cuerpo requería, quise pensar que era a causa de lo que había fumado pero no era así.
No es fácil encordarse 6 personas con 4 cuerdas, pero tampoco es difícil. El problema radica cuando la mitad de ellas (entre los que me incluyo) no habían marchado nunca en ensamble, al igual que había quien no sabía hacer un nudo dinámico para asegurar. Vanos problemas cuando estas rodeado por un grupo de expertos, que mejor entorno para aprender ¿acaso teníamos prisa?, esto es mas bonito que la actividad en si.
El que iba de primero hizo todo el recorrido en libre, excepto la última escalada para la que nos pusimos los gatos, yo le propuse que me dejase los huevos, pero no lo convencí, jajaja. Vicente que era el experto en ensambles, sabía bien como había que hacerlo aunque no siempre estaba junto a ti cuando lo necesitabas para decidir que cuerda te llevabas o cuando hacías una gaza y emprendías la marcha. Esto no supuso ningún problema en la seguridad pero ahora tengo claro como se debe hacer para poder funcionar en grupo: el primero sube hasta donde sea necesario para realizar la reunión y a partir de aquí el resto comienzan en ensamble a una distancia prudencial dependiendo de los obstáculos a pasar y con un mínimo de 8 o 10m. Ahí queda eso.
Excepto “Pi” que fue en todo momento abriendo cresta, el resto no seguimos ningún orden. Yo intentaba ir de los primeros ya que me da mucha seguridad el mantenerme al centro del grupo. Al final iban Manu y Vicente, dos expertos en espeleo, no obstante en cualquiera de las reuniones se alteraba el orden.
Solo en uno de los pasos tuve un particular miedo, este tenía la roca totalmente descompuesta, se movían todas las presas. Puede que no fuera aquí donde mi colega Pepe cayó al rompérsele una la primera vez que vine, o puede que si, la cuestión es que lo pasé.
Impresionante el paso de la serreta, se trata de un paso horizontal de 8 o 10m formado por 4 o 6 grandes piedras por las que pasé sentado sin problemas, no obstante se puso una cuerda fija a modo de linea de vida, la cuál me molestó por tirarme a la izquierda, mi cabo de anclaje era corto o la cuerda estaba muy tensa, la idea era el pasar en grupo pero los de atrás la quitaron y pasaron asegurados…
Yo la recordaba mas fácil, como para pasar derecho, seguro que me equivoco pero recuerdo que Pepe me incitó a pasar derecho y lo hice, pero seguro que solo debe ser un recuerdo que ocurrió en cualquier otro lado de la cresta. Para cruzarla usé la confianza, gran error en montaña, pero en fin. Decidí no mirar nada mas que lo que me interesaba, donde pongo el pie, donde pongo las manos, donde apoyo el culo, y a caballito sin mas datos la crucé sin vacilar, decidí que no se iba a caer ninguna de aquellas piedras sin ni siquiera mirarlas.
Para la escalada final de baja graduación nos pusimos los gatos, esta viene complementada con un gran y vertical patio, así como un techo que te escupe hacia él. La mochila puede ser un pequeño inconveniente pero las evidentes presas, los buenos pies y un clavo con unas cintas, te dan la seguridad necesaria para subir sin problemas.
Y que mejor forma para terminar algo así, que con unas birras y unos bocatas a las 17:30 en el hogar de los jubilados de Beniatxar.
Y lo que son las cosas, el ver los últimos rayos del sol por la V-30 de camino a casa a las 20:15h. La jornada ha sido completa.
A mitad del recorrido, pudimos ver como entraba por la derecha una cordada de 3 o mas, al parecer se habian equivocado de canal, y la ascensión se complico un poco, no obstante el que iba en cabeza al parecer era un buen escalador, seguramente de los que equipó la ferrata de andilla, una de esas maquinas escaladoras y es que al final de la corrida, lo que diferencia a los grandes alpinistas, viene determinado por el gado de escalada del sujeto. Ahí queda eso.
Y que mas contar de esta …………… experiencia, una vez en Beniatxar, un lugareño me contó que hace un montón de años encontró mientras cazaba una cordada de tres que iban en ensamble y habían caído
de la cresta. Eran de un club de montaña de Madrid, al parecer el club le había mandado una felicitación por socorrer a sus socios, y lo recordaba porque el mismo día que le llego la felicitación
le habian tocado 15.000 duros en alguna lotería, flipa con los 15.000 duros, ¿eso cuanto es?.
El primero que yacía muerto en el suelo, se encontraba tapado por las cuerdas, y los otros dos estaban muy “rotos”: fueron las palabras que utilizó.
Igualmente me informó de un paso olvidado que hay sobre un arco que hace la roca, el cual se ve muy bien desde el bar donde estábamos y que debe ser la gran bóveda que encontramos al descender del vértice, por la que trepan las hiedras. Según dice, se ahorra mas de 1h y la bajada la hacían corriendo, claro esto me lo contaba uno de 90 años y me hablaba de cuando tenía 20. La senda se intuía a lo lejos, una gran diagonal que subía hasta el pino (puede que solo se vean dos pinos en toda la cresta), debe llegar a la primera explanada bajo el vértice.
Flipaaaaa.
Y resulta que tras hablar con Pepe, me dice que Manu había ido el mismo día y luego Manu me dice que iba delante de mi y con este ya he coincidido en otro de mis grandes logros: invernal en la Sagra… Espero seguir coincidiendo durante muchos años.
Y que decir de los del Tracalet?…Pues me voy a mojar. No se ha enfadado ninguno de ellos y eso que era la primera vez que salían con migo, y eso me gusta, ya que yo soy capaz en muy poco tiempo de ponerme a todo el mundo en mi contra. ¿o no?. Me lo han hecho pasar bien y me he sentido bastante seguro y yo eso lo agradezco, par mi es lo mas importante en la montaña. No parece que me haya mojado mucho.
Bye Bye.